Testimonio propio y real.
Hállome yo tumbado, esta tarde, en el suelo de la plaza que plácidamente -en ese momento, yo también- se extiende ante mi vivienda. Todo estirado (como corresponde cuando uno lleva ocho o nueve cervezas entre pecho y espalda), cuando sentí y ví a dos agentes de la policía local preguntándome si me encontraba bien. Yo, desde el suelo creo, ya no recuerdo -bueno si, si no no recordaría a la agente... {nada, nada, cosas mías} a lo que dije que si, que estaba perfectamente. Los agentes, un caballero y una señora o señorita (me quede más con el rostro de ella sonriendo... -guapa es... igual otro día se lo digo, pero igual me pone las manillas, no se, no se..., ya veremos {oioooo, igual le va eso de la cama con las esposas puestas. Ahora, si es eso, no hacen falta los brazaletes, pues si me cabalga necesitaré las dos manos, brazos, pies, piernas... (No es por nada, pero me huele a hum, chungo, para la autorecuperación, a base de autoreanimación autocardiaca)*. Si, ya sabeís eso de necesitar las manos para mantener funcionando la bomba *corazón*. ¡VIVIVIVIVIAAAAAVAVA LAAAAAAAA LIIIIIIIBBBBEEEEERRRTTTAAAAADDDDDDDDD....................................!
Si no tengo, no fumo...). Huyyyyyyy, cuanto humo hay aquí..., no veo ná.
*Que mareo, ¿a que si?.
*Si lo sé, no vengo...
Bueno, pues al ratito después de ello, entran en mi campo visual (ya que yo estaba en posición alineada a la superficie terres-tres (o cuatrosov), comúnmente considerada como horizontal y con la mirada hacia el cenit -maravilla de este mundo, los árboles se ven como una planta que sale de la pared. ¡En horizontal!. Más claro leches..., bueno, agua.
Total que acabe, tras un ratito, percibiendo en mi campo de percepción óptica y la posición dicha me encontraba; las imágenes de mi mujer y mi hija cerca de mi, queriendo que yo me comportase de una manera normal. Yo seguí en "horizontal". No pude hacer otra cosa hasta un buen rato más tarde. (Menudo castañón llevaba yo encima. Hasta una hora después no pude ponerme vertical. Eso si, salude al señor árbol,... como que si no lo saludo y me abrazo a él, hubiese pasado de la castaña al talegazo. Gracias, Don Árbol.
Se llenan la boca con la palabra libertad, pero nunca se van a dar cuenta, o cuento, de lo que realmente es la libertad. Acaban vociferando la secuencia de fonemas sin ser conscientes de lo que significa esa palabra. Se quedan con las letras o los fonemas, pero son incapaces de comprender y entender el concepto de "libertad". Se quedan solo con el ruido. Así nos va a todos.
No se amargue naide. Se han presentado de paseo por el jardín, estas maravillas de la naturaleza que nos saludan y nos quitan cualquier amargura (al menos a mi, y considero con ello que a otros cuantos también).
Eso si, como me conocen todas,
Una se aburre:
(Guapa eres granujilla, que bonitas sois, es).
Nada, no hay manera de convencer a ninguna..., debe de ser mi... ¿cómo se llama eso?... Ah si, carajo, el karma. (Debe ser eso. La solución a la cuestión es posible que sea el conformarse, dejarse poner las orejeras...)
¡Que bonitas son las cuatro!. ¿A que si?.
PD: M'acabo de dar cuen... que el resultado de conjuntar las cuatro en una, ¡¡¡es mi mujer!!!. (Socorr...) = RIP.
R.I.P.,J.T.
PD: Luego, ya ves, treinta años casaos p'aesto. Buuuufffff......, bueno o Brrrruuuuuuffffssss. Testimonio real: Hace unos días, le comenté a mi mujer que consideraba que ella, por voluntad propia y suya por supuesto, no me tocaba ni con un palo. Al exponérselo, lo corroboró pronunciando que no me tocaría ni con un rayo laser (al menos no me dijo sable jedi, que ese parece que si hace pupa). Che, tu, una pasada, me superó. Si, de siempre he querido a mi mujer, y conforme pasa el tiempo, la quiero más cada día. Como a mi hija, obviamente lo que más amo en esta vida (No conozco o recuerdo otras posibles vidas mías (goista soy, ¿ja que si?)).
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