Mi pronuncio es que son las lágrimas de Jesucristo, al observar que su sacrificio resultó ser en vano. La especie humana sigue, como resultado de su conducta, haciendo que el mundo que habitamos, tan cruel y maravilloso a la vez, lo acabemos haciendo más cruel aún.
Espero que naide se confunda conmigo. Me considero laico, aunque no ateo.
La creencia en divinidades, seres superiores a la vivencia humana, ha sido una constante en su historia evolutiva, a través de la herramienta de la cultura. De la adoración prehistorica, pasamos a la mitologia, y posteriormente, en la actualidad las religiones.
En mis observaciones, analisis y conclusiones, puedo comentar:
- Considero cualquier deidad como la humanización de un concepto. Espero se entienda: Los humanos necesitamos ir descubriendo conceptos cada vez más sintéticos o sintetizados (de síntesis), para evolucionar intelectual y culturalmente. Y así, entiendo que desde la perspectiva de la realidad empírica, el hombre es un producto de Dios (como concepto que comprende el todo. Lo que es e incluso lo que no es. El ser y la nada. No existe elemento alguno que no forme parte del concepto Dios. Quien niege la existencia de ese concepto, nunca entenderá el mundo en el que vive..., ni al que pasará despues. [Algo similar, aunque para nada lo mismo, al Omega en las matemáticas y la lógica]. La síntesis de este, supongo que para algunos, misero o mediocre ensayo es que la vida es un paréntesis en la nada, o en el todo, según se quiera mirar.
- Como contrapunto, atendiendo a su carácter de concepto, entiendo que Dios es una creación del intelecto humano.
- Y esperando quede más claro aún, no me importa si en verdad Jesucristo existió o no. Yo con lo que me quedo es con la idea que con tal persona real o personaje inventado, nos transmite la cultura: La fraternidad, el respeto, y otros tantos valores positivos que pueden transmitir los individuos humanos compartiendo sus mutuos recuerdos mediante la memoria, como herencias generacionales consecutivas.
Ya corto el rollo, me parece que de momento ya he dicho bastante y además me he cansado (A mi edad, estrujar las neuronas, cuesta más esfuerzo).
Lo comentado, estoy seguro que si la actitud humana en general cambiase, en la Semana Santa siempre haría buen tiempo y con un explendido Sol reluciendo en El Cielo.
JTMP.
