Cuenta la leyenda que al frotarla, surge de ella un genio (no de los de ahora, si no de los de antes) mágico, y te ofrece la posibilidad de que se cumplan tres deseos que tengas.
Si me encontrase con ella, o la encontrase, lo tengo muy claro, en cuanto apareciese el genio, mi primer deseo es que este no fuese el primero de tres, si no de disponer del cumplimiento de infinitos (hasta que yo quiera. La eternidad, acaba siendo un poco pesadita al final), el segundo que volviese a meterse dentro de la lámpara, y el tercero que se fuesen él y la puñetera lámpara a tomar por cul..., bueno donde naide la encuentre.
Buaf, Que socarrón de pensamentación.
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