¿Los gobernantes al servicio de los ciudadanos o los ciudadanos al servicio de los gobernantes?
Esto tiene la apariencia de un pasatiempo, pero que su solución es complicada, difícil.
En un hipotético estado ideológicamente anarquista. Digo hipotético puesto que la naturaleza humana, en su actual estado evolutivo o civilizacional, no lo permite. No se daría el dilema o pasatiempo, ya que cada individuo, ciudadano, sería a la vez su gobernador y su gobernado. Las leyes no serían leyes, si no recomendaciones de como comportarse ante nuestros semejantes, de forma como lo que son, hermanos. Pero eso hoy por hoy es solo ciencia ficción.
Seguimos dejándonos llevar por las fuerzas que afectan a nuestra naturaleza.
Y todas esas fuerzas solo surgen de una fuente, un núcleo: el interés.
Cualquier ser vivo, con la capacidad de auto desplazarse en el campo espaciotemporal que ocupa, toma la dirección, dentro de los límites que ese campo le permite atendiendo a su naturaleza, acaba siendo resultado de lo que cree objetivo de su interés. Sea depredador o presa.
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