Ni son galgos ni son podencos.
Los señores de las guerras son hienas y chacales (con perdón de las hienas y los chacales), y los de Hamas, bestias monstruosas.
Los animales citados -por no repetirme tanto-, como seres conscientes pero inconscientes que se supone son, actuan así por instinto natural, los humanos que actuan de forma similar, lo hacen por voluntad consciente -se supone-, no se si natural o artificial, pero si se que cruel.
Así pues ni estoy con unos ni con otros y estaría tan loco como ellos si estuviera con los últimos referidos.
Con los únicos con los que estoy y me solidarizo es con las victimas, fallecidas y sufridoras, de todos los nombrados verdugos, sean del bando que sean.
Quien me iba a decir a mi que contemplaría en directo la sanguinaria simbólica figura de Aníbal Barca, sobre su caballo Estrategos, 2106 años después de su muerte.
Que Yahweh y Allah estén con los inocentes fallecidos por estos nuevos y a la vez antiguos terribles actos de los dichos espiritus inmundos. Que al menos la paz sea con ellos, ya que con la de grillos que campan en la jaula que es este insignificante y maravilloso planeta, no la tenemos naide.
JT.
No hay comentarios:
Publicar un comentario