Tras las últimas bestiadas realizadas por algunos humanos el martes y el miércoles de esta semana, me parece que vamos acabar comunicándonos con señales de humo, porque cualquiera se fía ahora de usar un teléfono móvil, busca, talky-walky, etc.
(Supongo que cualquier visitante lector, sabrá a que me refiero, porque no quiero entrar en detalles dada la brutalidad, seriedad y delicadeza del asunto).
Esperemos que no tengamos también que volver a cocinar con leña, lavar en una pila, refrigerar con hielo, etc.
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