(Gracias, Elías).
Me huele a mi que estos son más o menos, los parámetros en los que la mayoría de los humanos nos desenvolvemos.
Sin embargo, a mi humilde parecer, ello no está dado por la naturaleza que conforma nuestra concepción, si no por la actitud de determinados, o indeterminados, congéneres que la inducen, sea por su egoísmo, ambición, soberbia o demencialidad, que provocan o generan su interés en ello.
El cosmos en el que existimos, el mundo en el que vivimos, ya es bastante cruel de por si. Luego que función cósmica tiene el que algunos especímenes de nuestra especie la hagan más cruel aún.
Tal es la insatisfacción humana que tras el fallecimiento de un estimado conocido, me retumbaba entre mis oídos, una frase que escucho con su voz: "Che, si sé lo bien que se está aquí, hubiese venido antes". No es tontería, al menos para mi, recibir tal mensaje (sea cierto o imaginado). Pero éste me ha dado un valor añadido sobre nuestra existencia. De alguna manera me ha hecho ver que es más gratificante el no existir que sobrevivir en este maravilloso mundo que los humanos transformamos en una puta mierda.
Mi muy estimado y apreciado Elías, bendigo los ratos que hemos compartido, como gente de buen hacer, y reposa tranquilo que donde estés, ya iremos yendo uno tras otro (salvo que algún demente con poder nos haga llegar a todos de golpe). Dios te bendiga, tanto a tí, como a los que por un tiempo seguiremos soportando la, al parecer, inescrutable crueldad de la especie humana. Largo será el camino, si nadie lo borra hasta que lleguemos a amarnos todos como nuestra madre cósmica que no terráquea, nos induce.
Triste es lanzar plegárias al viento, pero más triste es ver como éstas son devoradas por las llamas del infierno que el alma humana provoca.
Poco se necesita para que estés mucho mejor ahora que donde estamos y estabas hasta hace unos días. Quede mi testimonio de que en cierta manera te envidio. Pero, para mi, sería contra natura acelerar el proceso para llegar donde ahora estés. Y no por mí, sino por los seres que forman la familia que me rodea. Si, solo, hubiese llegado antes que tu.
Lo dejo aquí puesto que las lagrimas no me dejan ver ni las teclas que pulso ni el texto que por ellas ni veo, ni leo.
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