Ley clásica a ley cuántica.

 Es muy sencillo de comprender:

Si dejamos caer un objeto, p.e. un lápiz, desde una determinada altura, ¿DONDE cae?. Pues bien, existen dos lugares:

El que la mayoría observa. Si es desde sus dedos hasta el suelo estando de píe, pues eso, a sus pies.

Pues bien donde cae el lápiz, junto a sus pies, los que al igual que "quasitodos" los elementos rodeantes, ya no están en el mismo espacio, están ocupando otro espacio. A las personas nos resulta incalculable el espacio que recorremos [con lo inmenso y bonito que es], simplemente porque no sabemos a que velocidad absoluta nos movemos (Pa mi que es a la velocidad de la luz, por ello esa velocidad es absoluta e hipotéticamente infranqueable -que con ello no quiero decir que no se pueda superar-).

Total, para no hacer corto, si el lápiz se deja caer en Castellón (meridiano 0), el lugar en que el suelo lo para está como poco cerca de Madrid (ese espacio cuando los soltamos de entre los dedos) o lo ha superado ya. Madrid es otra referencia, el movimiento de los  ¿elementos, aunque subjetivo, su velocidad real sigue siendo muy desconocida, y por supuesto su movimiento o trayectoria es, si no espiral, si curva.

Ni se sabe, entiendo lógico que lo percibamos con características espirales en las diversas dimensiones.

Quiero decir que Madrid, sería si el movimiento fuese lineal con respecto al ecuador, pero no lo es.

El lápiz podría haber caído, cuando lo soltamos, para mi, en Cádiz o en A Coruña, pero como eso no lo puedo saber, ni es el profundísimo fondo de esta entrada, igual lo uso para un pasatiempo. De hecho puede haber sido en las profundidades terrestres, o sea en un punto interno de nuestro, medio pedrusco, La Tierra.

Solo intento de la forma más sencilla posible la comprensión en la creación de nuevas parametrías científicas o herramientas, como es la física cuántica.

En este pajorelo mundo, nadie sabe a que velocidad nos desplazamos en el campo espacio temporal.

Conocemos la velocidad de rotación terrestre, la de translación en torno a la estrella madre de nuestro sistema solar, El Sol. Se hipotetiza sobre la velocidad de esta última, la estrella sol, así como la galaxia en la que está integrada, o de la que forma parte -términos equivalentes-, la Vía Láctea. Pero poco más allá de estas velocidades subjetivamente percibidas, el resto lo desconocemos (*).

Se nombra a la galaxia Andrómeda como devoradora de planetas u otras galaxias. Esto no lo voy a negar, al igual que eso no lo vamos a experienciar ninguno de los humanos que a día de hoy somos y muchísimas generaciones más. De aquí a cien años todos calvos -solo que no serán cien, sino miles o millones de años-.

El ser humano es muy pedante y quiere tener razón en todo lo que observa, pero esa observación es extremadamente relativa, aparte de por ello, errónea, claro.

¿ Cual es el problema de la actitud humana?. Está claro, su ombligo.

Mientras los humanos sigan pensando que su ombligo es el centro de su ser (esto es cierto), pero sean incapaces de comprender y entender (no se puede entender sin comprender), la evolución humana, el desarrollo de la mente humana, no se dará otro parámetro.

También es fácil de entender esto último. Cuando el primate que supuesta o teóricamente es ancestralmente el "paciente cero" [uso este término ya que parece ser está siendo entendido por la mayoría de mis congéneres, dada la info-des-información que se está dando -hablo desde el año 2022 D.C.], descubrió una herramienta como por e.j. el cuchillo para cazar y tratar las piezas de forma más cómoda para ingerirlas -alimentarse-; surgió a la vez que éste instrumento también servía como arma, como una extensión de sus miembros superiores para poseer más potencial de defensa o de ataque.

Sin embargo, se da ¿la paradoja? de que otros la tomaron no como herramienta o instrumento defensivo, sino de "mal fer", o sea de arma hacía otros congéneres -el expresado como segundo uso (los psicópatas que siempre han estado ahí, jodiendo el desarrollo y sobre todo la evolución de la especie humana.).

¿Quién duda a estas alturas del siglo XXI (parámetro totalmente subjetivo) que no han existido, u habido para otros, varias, muchas civilizaciones antes de la que somos participes?. [De las más antiguas, no queda ni rastro].

Con el nivel de ciencia a la que en la presente civilización hemos llegado y la consciencia a la que gracias a ella hemos, bueno, o han llegado algunos [pa mi la mayoría distorsionados por las propias leyes que ellos han creado], como podemos seguir aguantando tanta perogrullada, tanto absurdo (cuidadín que el absurdo, por lógica, puede dar como resultado la certeza).

Ciertamente, no lo sé, al igual que ignoro a que velocidad nos movemos en el espacio, no llego a entender (sin entrar en la contradicción de no entender sin comprender) como algunos cerebros, que al final son muchos, con su ignorancia están acabando con una más de las civilizaciones que han habitado este pedrusco sideral. {[Es que no se enteran de lo maravilloso y singular que es la "nave" en la que vivimos, navegamos, nos desplazamos espaciotemporalmente hacia no se sabe donde]} (me pone negro el resultado de tanta ignomicia, o ignorancia -ya no se como llamar a los que no se enteran-).

PD: No se si a lo largo del blog en algún punto o entrada lo he comentado, pero algo que tengo muy claro, clarísimo, es que Marte fue planeta gemelo de La Tierra, pero ¿el destino? hizo que en aluvión de asteroides (a los que ahora llaman asteroides asesinos de planetas), uno bastante gordo le dio -según mis cálculos entre un tercio o un cuarto, respecto a su estructura-, de lleno.

Con el impacto, se extinguió cualquier tipo de vida, ya que su atmósfera se volatilizo en el frio entorno espacial. No obstante, cuando los humanos lleguen a estudiarlo bien, verán, o se darán cuenta de que sus satélites Fobos y Deimos (por ello son tan distintos) uno son el cacho de Marte que salió roto y despedido y el otro es el resto del asteroide del fenómeno, casualidad, que en su momento se dió.

Bueno, por hoy ya hay bastante, me he cansado (de estrujar mis células grises, como diría Poirot).

Otro día más.