Rehola, hijo de putin.
En esta entrada, seré muy breve:
En las imágenes, videos, de tu país (incluidas las que se emiten bajo tu directriz) que llego a contemplar, observo que en su mayoría, echo en falta la sonrisa en el rostro de mis queridos congéneres rusos.
He visto dos tipos de imágenes grabadas:
La de los chavales, entiendo que si lleguen a mostrarla. Todos hemos sido niños sin experiencia y ante cualquier manifestación de egocentrismo, empatizan con ella -de niños soñamos con llegar a ser héroes, personas trascendentes en la historia [... vamos como el Capitán Trueno o Superman]-.
Y la de los que están sentados en torno tuyo, en las imágenes que has querido difundir de tus reuniones oficiales. En su rostro, la expresión es muy distinta, y más allá de la falta de sonrisa, observo la de miedo e incluso de terror.
De momento, ahí lo dejo. He dicho que sería muy breve, y al final, no lo he sido tanto. La explicación de esto la encontrarás en el zhen de los, igual de queridos, congéneres chinos.
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